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¿Sabías que si importas artículos que contienen envases te afecta la Responsabilidad Ampliada del Productor?

Si eres importador de productos envasados o adquirente intracomunitario, y tu proveedor no tiene un representante legal en España, debes saber que estás sujeto a la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) según el Real Decreto 1055/2022. Esto significa que debes cumplir con todas las obligaciones relacionadas con la gestión de los residuos de los envases que introduces en el mercado español.

¿Qué establece el Real decreto sobre los importadores?

El Real Decreto 1055/2022, en su artículo 2, incluye a los importadores y adquirentes intracomunitarios en la categoría de «productores de producto». Esto implica que, como importador:

  • Eres responsable directo de la gestión de los residuos generados por los envases que introduzcas en el mercado.
  • Debes asumir la Responsabilidad Ampliada del Productor, ya sea de forma individual o mediante un sistema colectivo (SCRAP o SIRAP).

Obligaciones de los importadores según el Real Decreto 1055/2022

  1. Inscripción en el Registro de Productores de Producto:
    Es obligatorio inscribirse en este registro (sección envases), gestionado por el MITECO. Además, el número de registro debe incluirse en las facturas emitidas a tus clientes.
  2. Cumplir con la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP):
    Como importador, puedes cumplir con esta responsabilidad de dos maneras:
    • De forma colectiva: A través de un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) que se encargue de la gestión de los residuos de envases.
    • De forma individual: Asumiendo directamente las responsabilidades de recogida y reciclaje mediante un sistema individual (SIRAP), debidamente aprobado y supervisado por las autoridades competentes.
  3. Metas de reciclaje y reciclabilidad:
    Asegúrate de que los envases que introduces cumplen con los objetivos de reciclaje y reúnen los requisitos técnicos y de diseño sostenible establecidos en la normativa.
  4. Presentación de informes anuales:
    Deberás reportar al MITECO la cantidad y tipo de envases que has introducido en el mercado, así como las acciones realizadas para su gestión y reciclaje.
  5. Verificación de proveedores:
    Según el artículo 15 del Real Decreto, tienes la obligación de garantizar que los productos que adquieras provienen de productores que cumplen con las normativas vigentes en materia de envases.

Desde Container Loop te ayudamos a cumplir con la normativa

En Container Loop, estamos aquí para facilitar la adaptación de tu empresa a la normativa vigente. Te ofrecemos:

  • Asesoramiento completo: Te ayudamos a inscribirte en el Registro de Productores de Producto.
  • Cumplimiento de la RAP: Evaluamos si tu empresa debería optar por un sistema colectivo (SCRAP) o individual (SIRAP) y te guiamos en su implementación.
  • Optimización de procesos: Aseguramos que tus envases cumplen con los requisitos de reciclabilidad y diseño sostenible.
  • Soporte en informes y documentación: Facilitamos la preparación y envío de los reportes anuales obligatorios al MITECO.

No dejes el cumplimiento normativo al azar. Contáctanos y asegura que tu empresa esté alineada con la legislación sobre envases y residuos.

La colaboración perfecta entre fabricante y envasador: un modelo de sostenibilidad en acción

La pasada semana visitamos las instalaciones de uno de nuestros clientes, con quien estamos gestionando la tramitación de un SIRAP como fabricante de envases. En esta visita, pudimos observar de primera mano una simbiosis perfecta entre el fabricante de envases y su cliente, un gran envasador, que demuestra cómo la colaboración puede llevar a resultados sobresalientes en términos de calidad y sostenibilidad.

La fábrica, diseñada específicamente para suministrar envases directamente a las líneas de envasado del cliente, estaba conectada mediante líneas de rodillos, eliminando la necesidad de transporte intermedio de los contenedores industriales. Esto supone no solo una reducción significativa de los costes operativos, sino también de la huella de carbono asociada. Sin embargo, lo más impactante no fue solo la logística, sino el nivel de exigencia y calidad implementado en este sistema.

El envasador aplica criterios de calidad extremadamente altos, rechazando cualquier envase que no cumpla con sus estrictos estándares. Para cumplir con estas demandas, el fabricante ajustó el diseño y la producción de los envases, asegurando que se alinearan perfectamente con las necesidades del cliente.

Envases reacondicionados de alta calidad: el cambio que marca la diferencia

En la mayoría de los casos, envasadores con un nivel de exigencia tan elevado se ven obligados a optar por envases nuevos, ya que el mercado de envases reacondicionados no suele alcanzar estos estándares. Sin embargo, en este caso, el propio fabricante asumió la responsabilidad de reacondicionar los envases previamente utilizados por el envasador, lo que marca una gran diferencia.

Durante nuestra visita, pudimos comprobar que, al reacondicionar los mismos envases de alta calidad que el envasador había puesto en el mercado, los resultados eran excepcionales. Los envases reacondicionados eran prácticamente indistinguibles de los nuevos. Esto es posible porque no se mezclan envases de distintos fabricantes, lo que suele ser una de las principales limitaciones de los procesos de reacondicionamiento tradicionales.

Un modelo que reduce residuos y emisiones de CO₂

Este modelo no solo asegura altos estándares de calidad, sino que también representa un importante avance en términos de sostenibilidad. Cada envase reacondicionado pesa 70 kg, lo que significa que, al evitar la introducción de 8,000 nuevos envases al mercado cada año, se están ahorrando 560 toneladas de residuos plásticos.

Además, al reutilizar envases en lugar de fabricarlos desde cero, se logra una reducción considerable de emisiones de CO₂ asociadas al proceso de producción. Según nuestras estimaciones, este enfoque está evitando la emisión de aproximadamente 1,120 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a retirar más de 240 coches de circulación anualmente.

Un enfoque alineado con la normativa vigente

Desde Container Loop, alineados con la filosofía del Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases, creemos que este modelo es un ejemplo perfecto de cómo la responsabilidad ampliada del productor puede aplicarse de manera efectiva. Este enfoque no solo garantiza la producción de envases reacondicionados o materias primas recicladas de alta calidad, sino que también aporta beneficios tangibles para el medio ambiente y para las operaciones del envasador.

Este tipo de colaboración entre fabricante y envasador es un modelo a seguir para el sector, demostrando que la sostenibilidad y la excelencia operativa pueden ir de la mano.

¿Sabías que puedes estar en varios sistemas de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP y SIRAP) a la vez?

SCRAP o SIRAP

El Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases establece la obligación de cumplir con la responsabilidad ampliada del productor (RAP) a través de un sistema colectivo (SCRAP) o un sistema individual (SIRAP). Pero, ¿sabías que no tienes que limitarte a un único sistema? Según la normativa, los productores pueden gestionar diferentes flujos de envases utilizando varios sistemas simultáneamente, optimizando el control y los costos de forma estratégica.

¿Por qué considerar varios sistemas?

Cada flujo de envases tiene sus particularidades, y no todos se benefician de una misma estrategia de gestión. En muchos casos, dividir los flujos y gestionarlos a través de diferentes sistemas puede ser la solución más eficiente. Por ejemplo:

  1. SIRAP para flujos controlados:
    Si tienes flujos de envases retornables (como palés reutilizables o cajas retornables en un circuito cerrado), optar por un SIRAP autogestionado te permitirá mantener un mayor control sobre la logística y optimizar los costos. Además, gestionar estos flujos de forma individual evita que un tercero, como un SCRAP, imponga condiciones que podrían no ser las más adecuadas para tu operación.
  2. SCRAP para flujos dispersos:
    Para envases de un solo uso o flujos más difíciles de controlar (como film plástico o palés que se dispersan geográficamente), asociarte a un SCRAP puede ser más práctico. Los sistemas colectivos asumen la responsabilidad de recuperación y reciclaje en estos casos, asegurando el cumplimiento normativo sin requerir una logística personalizada.
  3. Combinación estratégica:
    También es posible que en un mismo negocio convivan diferentes flujos. Por ejemplo, podrías:
    • Gestionar tus envases retornables mediante un SIRAP.
    • Delegar envases dispersos a través de un SCRAP.
    • Establecer acuerdos con fabricantes para que estos asuman la responsabilidad de ciertos envases y los recojan en tu nombre.

Ventajas de un SIRAP autogestionado

Optar por un sistema individual (SIRAP) para ciertos flujos tiene ventajas clave:

  • Control absoluto: Tú decides cómo se gestionan los envases, sin depender de las reglas impuestas por un sistema colectivo.
  • Optimización de costos: Al mantener el control, puedes personalizar la logística y maximizar el ahorro mediante la recuperación directa de tus envases.
  • Flexibilidad: Un SIRAP te permite ajustar los procesos en función de tus necesidades específicas y objetivos de sostenibilidad.

La normativa lo permite

El artículo 15 del Real Decreto 1055/2022 establece que los productores pueden optar por uno o varios sistemas de responsabilidad ampliada para diferentes flujos de envases. Esta flexibilidad permite diseñar estrategias de gestión adaptadas a cada tipo de envase, siempre que se cumplan los objetivos de recogida separada y reciclaje.

Además, la normativa no obliga a que toda la gestión se haga a través de un único SCRAP. Puedes diversificar, utilizando un SIRAP para flujos específicos y uno o varios SCRAPs para otros flujos. Incluso puedes establecer un SIRAP únicamente para ciertas categorías de envases que te interese gestionar directamente, mientras delegas el resto.

La clave está en la flexibilidad

El Real Decreto 1055/2022 brinda a los productores una oportunidad única para optimizar la gestión de envases mediante la combinación de sistemas. Dividir tus flujos entre SCRAPs y SIRAPs no solo te permite cumplir con la normativa, sino que también te ayuda a maximizar el control, reducir costos y alcanzar objetivos de sostenibilidad.

¿Y tú? ¿Estás aprovechando esta posibilidad?

Si creías que un único sistema era tu única opción, ahora sabes que puedes diseñar una estrategia más adaptada a tu negocio. Analiza tus flujos de envases y evalúa cuál es la mejor manera de gestionarlos. Contacta con nosotros si necesitas asesoramiento para implementar esta estrategia y sacar el máximo provecho de la normativa vigente.

¿Es posible tener un negocio rentable y preocupado por el medio ambiente?

La respuesta es clara: sí, es posible. De hecho, muchas empresas que se dedican a la gestión de residuos y a la recuperación de envases lo demuestran día a día. Estas compañías están al frente de la lucha por un futuro más sostenible, recuperando toneladas de materiales que, de otro modo, acabarían en vertederos o incineradoras.

Reutilizar vs. reciclar vs. eliminar en vertederos

Cuando hablamos de envases, existen tres opciones: reutilizar, reciclar o desechar en vertederos. Cada opción tiene un impacto diferente en el medio ambiente y en la economía:

  1. Reutilización: La opción más sostenible. Al reutilizar un envase, se alarga su vida útil y se reduce la demanda de materias primas vírgenes y de energía para producir nuevos productos. Por ejemplo, un envase de plástico reutilizado 10 veces puede ahorrar hasta un 90% de los materiales y emisiones de CO2 en comparación con fabricar 10 envases nuevos. Es el principio de la economía circular en su forma más pura: aprovechar al máximo los recursos ya disponibles antes de considerar la necesidad de reciclar o desechar.
  2. Reciclaje: Es la segunda mejor opción cuando un producto ya no puede reutilizarse. Las empresas de reciclado transforman materiales que han llegado al final de su vida útil en nuevas materias primas, evitando así la extracción de recursos naturales. Aunque el reciclaje es mejor que la eliminación en vertederos, sigue requiriendo energía y puede tener limitaciones en la calidad del material reciclado. En el caso del plástico, por ejemplo, reciclar una tonelada puede ahorrar 700 kg de petróleo crudo, pero no evita la degradación del material.
  3. Eliminación en vertederos: Esta opción debe ser el último recurso. Los vertederos no solo ocupan grandes extensiones de tierra, sino que también emiten gases de efecto invernadero, como el metano, que es hasta 25 veces más potente que el CO2 en términos de calentamiento global. En la Unión Europea, todavía se envían a vertederos cerca del 25% de los residuos plásticos, lo cual pone en evidencia la necesidad de mejorar en la reutilización y el reciclaje.

Las empresas de gestión de residuos: héroes anónimos de la sostenibilidad

Las compañías que gestionan residuos y recuperan envases no lo hacen por obtener reconocimiento. Para ellas, clasificar, limpiar, reacondicionar, triturar y volver a poner en el mercado toneladas de materiales es simplemente su trabajo diario. Y aunque rara vez reciben elogios por ello, su labor es crucial para reducir el impacto ambiental de nuestra sociedad de consumo.

En mi caso, enfocado en la reutilización de envases, siempre busco salvar estos productos del molino triturador. La reutilización es claramente la mejor opción, pues evita la generación de residuos y reduce la necesidad de producir más envases a partir de materiales vírgenes. Sin embargo, valoro profundamente el papel de las empresas de reciclado, que logran transformar lo que ya no sirve en materias primas aprovechables.

El camino hacia un negocio sostenible y rentable

Para que un negocio sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente, debe ser también económicamente viable. Esto es una realidad inevitable. Las empresas no pueden operar en números rojos indefinidamente por más noble que sea su propósito. Sin embargo, con las políticas adecuadas y el fomento de incentivos, la reutilización y el reciclaje pueden ser rentables. En lugar de imponer solo leyes estrictas, es necesario fomentar un entorno en el que la sostenibilidad sea un buen negocio. Aquí es donde entran en juego factores como:

  • Incentivos fiscales: Reducir impuestos a las empresas que apuestan por la reutilización o el reciclaje.
  • Subsidios y apoyo gubernamental: Ayudar a cubrir los costes iniciales de los sistemas de retorno de envases o de infraestructuras de reciclaje.
  • Educación y concienciación: Informar a la ciudadanía sobre la importancia de reutilizar antes que reciclar, y reciclar antes que desechar.

Conclusión

Cada vez que se salva un envase de ser triturado, cada vez que se evita un vertedero, se está dando un paso hacia un futuro más limpio y rentable. Debemos ver la sostenibilidad no como un coste, sino como una inversión en nuestro futuro y el de las próximas generaciones. Al promover la reutilización y, cuando ya no sea posible, el reciclaje, estamos reduciendo la necesidad de extraer materias primas del otro lado del mundo solo para enterrarlas o incinerarlas aquí.

Hacer lo correcto para el planeta puede, y debe, ser rentable. Y con el enfoque adecuado, todos podemos contribuir a que eso sea una realidad.


David Izquierdo
CEO iCommers 

Principales obligaciones de los importadores según el Real Decreto 1055/2022

  1. Registro de Productores de Producto y presentar una declaración anual de los envases puestos en el mercado español.
  2. Financiación de la gestión de residuos de envases: Deben contribuir económicamente a la recogida, transporte, y gestión de los residuos de envases generados por los productos que importan, asegurando que estos residuos se gestionen de manera adecuada.
  3. Adhesión a un SIRAP o SCRAP (Sistema Individual o Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor): Los importadores deben cumplir con la RAP mediante su participación en un Sistema Individual (SIRAP) o Colectivo (SCRAP) de Responsabilidad Ampliada del Productor. Estos sistemas se encargan de la recogida, recuperación y reciclaje de los residuos de envases, cumpliendo con los requisitos establecidos por la normativa.
  4. Información al consumidor: Tienen que proporcionar información clara a los consumidores sobre las mejores prácticas para la gestión de residuos de envases, promoviendo el reciclaje y la correcta disposición de los mismos.
  5. Documentación y trazabilidad: Los importadores deben mantener registros documentados de las cantidades de envases puestos en el mercado y su destino final, garantizando la trazabilidad de los envases y su correcto reciclaje.

En Container Loop, ofrecemos apoyo a los importadores para cumplir con estas obligaciones, desde la inscripción en sistemas de responsabilidad hasta la optimización de los procesos de gestión de residuos de envases, asegurando el cumplimiento con la normativa vigente.


David Izquierdo
CEO iCommers 

¿Sabías que no es necesario ser gestor de residuos para reacondicionar envases industriales en sistemas de reutilización?

El Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, sobre envases y residuos de envases, establece un marco legal innovador y preciso para la reutilización de envases en sistemas de circuito abierto o cerrado, permitiendo a las empresas reacondicionar envases industriales sin ser considerados gestores de residuos, siempre que estos no hayan alcanzado la condición de residuo.

La clave está en la diferenciación entre reutilización y preparación para la reutilización. Según la normativa, un envase reutilizable en circulación que cumple con los requisitos específicos de diseño y calidad no se considera residuo, incluso cuando sea reacondicionado, limpiado o reparado. Esto significa que cualquier instalación dedicada a reacondicionar estos envases dentro de un sistema de reutilización, no actúa sobre residuos y, por tanto, no necesita la autorización de gestor de residuos.

El reacondicionamiento se describe en el futuro Reglamento Europeo (PPWR), que especifica cómo estas operaciones mantienen a los envases en su ciclo de vida útil. Es decir, el reacondicionamiento implica el mantenimiento básico necesario para que un envase reutilizable pueda volver a usarse sin perder sus características. Sin embargo, si el envase deja de ser apto para su propósito, o se desecha voluntariamente, entonces sí adquiere la condición de residuo y su tratamiento debe realizarse bajo un gestor autorizado.

Este enfoque promueve la sostenibilidad y la circularidad al permitir que envases diseñados para múltiples usos no se consideren residuos mientras cumplan su función en el ciclo de reutilización. Las empresas involucradas pueden reacondicionar, sin ser gestores de residuos, en sistemas de retorno abiertos o cerrados, promoviendo así el ahorro de recursos y una menor generación de residuos.

Esta distinción legal se basa en el Artículo 46 del Real Decreto y en los requisitos de la UNE-EN 13429, que aseguran que los envases cumplan las condiciones necesarias para varios ciclos de uso y reacondicionamiento en condiciones de seguridad e higiene. Además, establece que los sistemas de reutilización de envases pueden ser abiertos o cerrados, dependiendo de la propiedad y el número de participantes en el circuito de reutilización, regulando también la trazabilidad y calidad en ambos casos.

Esta normativa fomenta la reducción de residuos y promueve un uso más eficiente de los recursos, facilitando la operativa de las empresas al reducir burocracia y simplificar el proceso de reacondicionamiento de envases en circuitos de reutilización.

David Izquierdo
CEO iCommers