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SCRAP o SIRAP

El Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases establece la obligación de cumplir con la responsabilidad ampliada del productor (RAP) a través de un sistema colectivo (SCRAP) o un sistema individual (SIRAP). Pero, ¿sabías que no tienes que limitarte a un único sistema? Según la normativa, los productores pueden gestionar diferentes flujos de envases utilizando varios sistemas simultáneamente, optimizando el control y los costos de forma estratégica.

¿Por qué considerar varios sistemas?

Cada flujo de envases tiene sus particularidades, y no todos se benefician de una misma estrategia de gestión. En muchos casos, dividir los flujos y gestionarlos a través de diferentes sistemas puede ser la solución más eficiente. Por ejemplo:

  1. SIRAP para flujos controlados:
    Si tienes flujos de envases retornables (como palés reutilizables o cajas retornables en un circuito cerrado), optar por un SIRAP autogestionado te permitirá mantener un mayor control sobre la logística y optimizar los costos. Además, gestionar estos flujos de forma individual evita que un tercero, como un SCRAP, imponga condiciones que podrían no ser las más adecuadas para tu operación.
  2. SCRAP para flujos dispersos:
    Para envases de un solo uso o flujos más difíciles de controlar (como film plástico o palés que se dispersan geográficamente), asociarte a un SCRAP puede ser más práctico. Los sistemas colectivos asumen la responsabilidad de recuperación y reciclaje en estos casos, asegurando el cumplimiento normativo sin requerir una logística personalizada.
  3. Combinación estratégica:
    También es posible que en un mismo negocio convivan diferentes flujos. Por ejemplo, podrías:
    • Gestionar tus envases retornables mediante un SIRAP.
    • Delegar envases dispersos a través de un SCRAP.
    • Establecer acuerdos con fabricantes para que estos asuman la responsabilidad de ciertos envases y los recojan en tu nombre.

Ventajas de un SIRAP autogestionado

Optar por un sistema individual (SIRAP) para ciertos flujos tiene ventajas clave:

  • Control absoluto: Tú decides cómo se gestionan los envases, sin depender de las reglas impuestas por un sistema colectivo.
  • Optimización de costos: Al mantener el control, puedes personalizar la logística y maximizar el ahorro mediante la recuperación directa de tus envases.
  • Flexibilidad: Un SIRAP te permite ajustar los procesos en función de tus necesidades específicas y objetivos de sostenibilidad.

La normativa lo permite

El artículo 15 del Real Decreto 1055/2022 establece que los productores pueden optar por uno o varios sistemas de responsabilidad ampliada para diferentes flujos de envases. Esta flexibilidad permite diseñar estrategias de gestión adaptadas a cada tipo de envase, siempre que se cumplan los objetivos de recogida separada y reciclaje.

Además, la normativa no obliga a que toda la gestión se haga a través de un único SCRAP. Puedes diversificar, utilizando un SIRAP para flujos específicos y uno o varios SCRAPs para otros flujos. Incluso puedes establecer un SIRAP únicamente para ciertas categorías de envases que te interese gestionar directamente, mientras delegas el resto.

La clave está en la flexibilidad

El Real Decreto 1055/2022 brinda a los productores una oportunidad única para optimizar la gestión de envases mediante la combinación de sistemas. Dividir tus flujos entre SCRAPs y SIRAPs no solo te permite cumplir con la normativa, sino que también te ayuda a maximizar el control, reducir costos y alcanzar objetivos de sostenibilidad.

¿Y tú? ¿Estás aprovechando esta posibilidad?

Si creías que un único sistema era tu única opción, ahora sabes que puedes diseñar una estrategia más adaptada a tu negocio. Analiza tus flujos de envases y evalúa cuál es la mejor manera de gestionarlos. Contacta con nosotros si necesitas asesoramiento para implementar esta estrategia y sacar el máximo provecho de la normativa vigente.