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El Reglamento (UE) 2024/1157 establece nuevas directrices para la gestión de residuos en Europa, impulsando la economía circular y mejorando la trazabilidad. A partir de 2027, los países fuera de la OCDE deberán demostrar su capacidad para gestionar residuos de manera sostenible antes de recibirlos, y desde 2026, los procesos se digitalizarán completamente en la UE, eliminando el papel y mejorando el control.

Puntos Clave:

  1. Exportaciones más estrictas: Se endurecen las restricciones sobre exportaciones a países no pertenecientes a la OCDE. A partir de 2027, estos países deberán demostrar su capacidad de gestión de residuos mediante auditorías ambientales. Además, desde 2026, se prohibirán las exportaciones de residuos peligrosos y plásticos no peligrosos a países fuera de la OCDE.
  2. Digitalización de procedimientos: El reglamento promueve la digitalización total de los trámites de traslado de residuos para 2026. Esto facilitará un mayor control y seguimiento de los residuos dentro de la UE, impulsando la recuperación y reciclaje de materiales. La automatización busca optimizar el seguimiento del destino final de los residuos y evitar su manejo indebido o tráfico ilegal.
  3. Mayor control y sanciones: Se fortalecerán las sanciones para combatir el tráfico ilegal de residuos, garantizando la cooperación entre los Estados miembros y promoviendo una mejor gestión de los residuos. El reglamento asegura que los residuos solo se trasladen a destinos que ofrezcan garantías de gestión sostenible.
  4. Impacto en el reciclaje: Aunque la normativa pretende fomentar la economía circular, algunos sectores de la industria del reciclaje en Europa han expresado preocupaciones. Las nuevas restricciones podrían limitar la competitividad de los materiales reciclados en el mercado global, afectando a las empresas que dependen del comercio internacional de residuos reciclables.

Desafíos y oportunidades

Esta normativa supone un avance hacia una gestión más sostenible de los residuos, pero también presenta desafíos para las empresas del sector, que deberán adaptarse a un entorno más regulado. La industria del reciclaje tendrá que reforzar sus capacidades tecnológicas y asegurar que sus procesos cumplen con los requisitos de sostenibilidad y trazabilidad exigidos.

En resumen, aunque este reglamento impone mayores controles y restricciones, también abre nuevas oportunidades para avanzar hacia una gestión de residuos más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, alineándose con los objetivos de la economía circular y la transición ecológica de Europa.

 

David Izquierdo Cebollada
CEO
Container Loop